En su forma más básica, la eficiencia energética se refiere a un método para reducir el consumo de energía utilizando menos energía para lograr la misma cantidad de producción útil. Por ejemplo, una bombilla LED de 12 vatios de bajo consumo utiliza entre un 75 y un 80% menos de energía que una bombilla tradicional de 60 vatios, pero proporciona el mismo nivel de luz.
Se trata, de buscar la forma de mejorar la eficiencia energética minimizando recursos y gasto energético.
El uso eficiente de la energía ha sido una tendencia creciente debido al aumento de los costos de la energía, un tema candente hoy en día con la subida de la luz, y los problemas ambientales causados por las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esta tendencia de energía verde es evidente en los productos y electrodomésticos que se venden a los consumidores, muchos de los cuales se vuelven más eficientes energéticamente de año en año. La tendencia también se extiende a los hogares: un número creciente de posibles propietarios están comenzando a solicitar calificaciones energéticas antes de decidirse a comprar una propiedad.
Contenido
Consumo energético en España
A escala nacional, el consumo de energía residencial por unidad de vivienda ha ido cayendo a lo largo de los años. Esta caída en el consumo es atribuible al aumento de la eficiencia energética, y se produce a pesar del creciente número de dispositivos electrónicos que utiliza un hogar medio. Sin embargo, el tamaño promedio y el número total de unidades de vivienda dentro del país también ha aumentado durante el mismo período.
Como resultado, el consumo total de energía residencial se ha mantenido relativamente constante desde 1993.
Objetivo: Consumo energético casi nulo.
La UE se fijó como objetivo de que todos los edificios nuevos tengan un consumo energético casi nulo para 2020.
Algo que como hemos podido comprobar no se ha conseguido del todo, aunque en gran medida sí.
En el enlace tenéis la guía nZEB de consumo energético casi nulo.
¿Cómo mejorar la eficiencia energética?
El aumento de la eficiencia energética no solo permite que las personas y las organizaciones reduzcan sus costos de capital y operativos, sino que también puede ayudar a reducir el consumo de combustible y así reducir la emisión de gases de efecto invernadero y ayudar a prevenir el cambio climático.
A nivel de sociedad, sería interesante trabajar estos puntos para ser más eficientes:
- Desarrollar productos y procesos más eficientes.
- Tener en cuenta todo el ciclo de vida de los productos y procesos, incluida la eliminación.
- Desarrollar controles y sistemas para aumentar la eficiencia más allá de la disponible en tecnologías individuales.
- Auditar el uso de energía y brindar recomendaciones sobre tecnologías y prácticas más eficientes.
- Mejorar la operación y mantenimiento de transporte, edificios y equipos industriales.
- Modernización o sustitución de tecnologías energéticamente ineficientes.
- Educar a las personas para que sean más eficientes energéticamente.
- Desarrollar políticas para fomentar la adopción de tecnologías eficientes.
¿Cómo mejorar la eficiencia energética en edificios?
Se espera que casi el 90% del parque de edificios existente continue en uso para el año 2050.
Esto hace que sea muy importante, que nosotros, como propietarios e inquilinos nos enfoquemos en mejorar la eficiencia energética de nuestras viviendas.
Ya no solo para reducir el consumo energético, sino para reducir la contaminación del medio ambiente. Algunas de las cosas que podemos para mejorar la eficiencia energética en edificios son las siguientes:
- Reducir la temperatura de los sistemas de calefacción. Con 21 o 22 grados de temperatura es más que suficiente.
- Asegurarse de que el aire acondicionado solo se utilice cuando sea necesario. No lo dejes puesto toda la noche.
- Asegurar que las ventanas y las puertas están equipados con adecuados proyecto de excluidores.
- Asegurarse de que los termostatos inteligentes estén configurados en la ubicación correcta y se usen correctamente.
- Renovar los aparatos es una buena medida para mejorar la eficiencia energética (con sistemas de calefacción más eficientes como las calderas de condensación o bombas de calor, etc).
- Uso de energías renovables como energía solar térmica, geoterrmia y aerotermía. Por ejemplo con calefacción con suelo radiante.
- Colocación de puertas con mecanismo de autocierre para minimizar el tiempo de apertura.
- Asegurar que los servicios del edificio se operen correctamente, se supervisen de forma continua y se mantengan regularmente.
- Asegurar que el equipo es operado correctamente y regularmente atendido. Por ejemplo hacer el mantenimiento del aire acondicionado cuando toca.
- Apagar las luces cuando las habitaciones no estén en uso.
- Utilizar bombillas LED en las habitaciones y salas.
- Actualizar la tecnología para crear una casa domótica cuando algo se rompa. Por ejemplo en casa estamos cambiando todas las luces LED por bombillas inteligentes que funcionan con Alexa.
- Mantener las ventanas limpias para maximizar la luz natural y asegurarse que la apertura de las ventanas es eficiente.
- Usar pintura reflectante de luz para maximizar la luz natural.
- Apagar los equipos cuando no estén en uso.
- Instalación de aislamiento de pared hueca o aislamiento de pared sólida.
- Instalación de aislamiento de desván.
- Garantizar que los electrodomésticos nuevos sean los más eficientes energéticamente disponibles. Encontrarás la etiqueta en el producto. De A+ para arriba sería lo recomendable.
¿Cómo se calcula?
Podemos calcular la eficiencia energética de un edificio calculando la energía que consume en condiciones normal de uso en un año de calefacción, agua caliente sanitaria, ventilación, iluminación, etc.
Estos datos se expresan en consumo de energía medidos en kilovatios hora por metro cuadrado, o más comúnmente kWh/m2 año. Y las emisiones en kilogramos de CO2 por metro cuadrado de vivienda, o kg CO2/m2 año.
Estas dos cifras se usarán para la escala de eficiencia energética que veremos a continuación.
¿Qué es el certificado de eficiencia energética?
El certificado de eficiencia energética o certificado energético es un documento oficial realizado por un técnico competente en el cual se incluye información objetiva sobre las características energéticas de un inmueble.
Califica energéticamente un inmueble en base al consumo anual de energía que necesita para satisfacer la demanda de energía del edificio en condiciones normales de ocupación y funcionamiento.
En esta calificación se incluye: producción de agua caliente, luz, calefacción, refrigeración y ventilación.
Para la certificación se otorga un certificado de eficiencia energético y una etiqueta de eficiencia energética, con una escala de valoración de la letra A a la G. Esta etiqueta indica el grado de eficiencia de la vivienda.
- A: Muy alto. Eficiencia energética superior al 55% del consumo medio de las viviendas.
- B: Entre el 55% y 75% del consumo medio de las viviendas.
- C: Entre el 75% y el 90% del consumo medio.
- D: Entre el 90% y el 100% del consumo medio.
- E: Entre el 100% y el 110%.
- F: Entre el 110% y el 125%.
- G: Superior al 125%.
¿Es obligatorio el certificado energético?
Lo es, salvo alguna excepción, para todo propietario de una vivienda individual, oficina o local objeto de una operación de compraventa o alquiler.
Si no tienes pensado vender o alquilar tu propiedad no es necesario tenerlo, aunque es un dato curioso que puede ser interesante de conocer. Por lo menos para saber que tan eficiente es tu propiedad.
Si estás pensando en reformar tu vivienda o ir haciendo pequeños cambios te recomendamos hacerlo pensando en la eficiencia energética, por el cambio climático y por tu bolsillo. Si te ha gustado te invito a que lo compartas en las redes sociales.
Cuéntame, ¿te ha parecido interesante el artículo? ¿sigues teniendo alguna duda sobre cómo mejorar la eficiencia energética de tu edificio?