Te acabas de gastar 200 pavos en el mejor termostato del mercado pero tengo que decirte que no te servirá de nada si estás cometiendo los siguientes errores. Aunque tengas el mejor termostato o el que más te pueda ayudar ahorrar sigue dependiendo de ciertos factores que solo dependen de ti.
Así que vayamos con estos errores que te hacen palmar dinero.
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[wpsm_numbox num=”1″ style=”3″]Calentamiento o enfriamiento rápido[/wpsm_numbox]
Sobra decir que los cambios drásticos de temperatura no son buenos para el cuerpo humano y tampoco lo son para el gasto energético. Si tienes pensado utilizar tu termostato debes saber que hay formas óptimas de usarlo y otras que no lo son.
Puede que te guste estar en casa a una temperatura de 23 grados, a mi por ejemplo me parece demasiado. Lo que ocurre que para llegar a esa temperatura lo puedes hacer de forma óptima o no.
Puedes pasar de 18 grados en casa a 23. Con un termostato inteligente este proceso se haría de forma óptima mientras que en uno analógico girarías la rueda a los 23 grados directamente sin dejar a una temperatura intermedia.
Para hacer un símil, imagina que queremos hacer una maratón corriendo a la misma velocidad que en una carrera de 100 metros lisos. ¿Crees que durarías mucho corriendo?
Algunos termostatos como los inteligentes o los modulantes (bastante mejores en optimización), nos permiten regular esta temperatura.
[wpsm_numbox num=”2″ style=”3″]Temperaturas inadecuadas[/wpsm_numbox]
Pasar de un grado a otro consume energía. No es necesario que dejes el termostato a 25 grados para luego asfixiarte y tener que bajar la calefacción a 22 grados.
Este es un error muy común al usar un termostato. La comodidad de girar una rueda o darle al botón del móvil provoca que perdamos el control. No necesitas tener la casa como una sauna y tampoco dejarla al punto de congelación del agua.
Yo soy de dejar el termostato siempre entre 18 y 23 grados como máximo, más me parece exagerado y tampoco se recomienda.
[wpsm_numbox num=”3″ style=”3″]Dejar una configuración fija[/wpsm_numbox]
Supongamos que tenemos un termostato wifi o un termostato digital, la idea de estos aparatos es su posibilidad de configuración y programarlo a nuestro gusto. Si vamos a utilizarlo de modo manual y dejarlo siempre a una misma temperatura estamos perdiendo eficacia.
La magia que aportan estos dispositivos a nuestro hogar es justo el poder programarlo según la situación en que nos encontremos.
Si te gastas 200 pavos en un Nest pero luego lo dejas en modo manual a una temperatura de 23 grados cuando lo enciendes sin tener otros factores en cuenta, de nada te servirá haberte gastado tanta pasta. Podrías estar haciéndolo con un termostato de 30 euros.
¿Dejar un termostato encendiendo mientras estás en el trabajo no es estúpido? Lo ideal sería que cuando estés a poca distancia de casa se encendiera para que al llegar estuviera a la temperatura óptima.
Por tanto, si quieres conseguir un ahorro utilízalo con todas las opciones que te permitan optimizar su uso.
[wpsm_numbox num=”4″ style=”3″]Ajustar el termostato al máximo[/wpsm_numbox]
Recuerdo al principio de tener mi termostato de última generación como ajustaba cualquier chorrada en busca de la máxima eficacia. Con esto no conseguía una mierda. Un termostato es inteligente conforme vas dejándole actuar, aprender y ajustarse de forma automática.
Supongamos que te acercas a casa y el termostato se enciende. Pero en lugar de entrar te paras a tomarte unas tapas al lado, puede que el termostato decidiera encenderse y calentar tu casa de forma inútil durante un par de horas.
¿Realmente esto lo hace más inteligente?
Es como aquel que dejar el termostato encendido todo el día. ¿Para qué coño quieres tener encendido el termostato todo el día? En algunas ocasiones no te hará falta y en otras terminarás apagándolo porque más bien te molesta.
Esto es como las casas que dejan la TV encendida por pura compañía, algo que nunca he entendido, pero que suele ocurrir cuándo hay pequeños o gente mayor. O como algunas películas americanas que dejan la televisión encendida para el gato.
Un termostato no necesita dejarse encendido las 24 horas. Basta con encenderlo en momentos puntuales.
Si has comprado el mejor termostato wifi del mercado aprende a sacarle partido y no te vuelvas loco utilizando características a las que no sabes sacar partido. El ahorro se produce al usarlo de forma efectiva, no cometiendo el error de toquetear sin saber.
¿Y tú has cometido alguno de estos errores al utilizar tu termostato?